Quizá te hayas preguntado bajo cuáles circunstancias se justifica la videovigilancia urbana, y por qué se ha convertido en un recurso para mantener segura a la ciudadanía. Muchas preguntas surgen alrededor del tema, y algunas reclaman respuestas urgentes. En esta ocasión, hablaremos de los aspectos más interesantes, aquellos que resultaron decisivos para la implementación de sistemas de cámaras en lugares públicos.
1. Confianza ciudadana
Según la encuesta realizada por Ipsos, el porcentaje de confianza en México hacia la videovigilancia es del 81%, un punto arriba de Brasil, con un 80%. Le siguen España, con 75% y Estados Unidos, con un 71% de confianza. Los medios de comunicación están muy involucrados en la difusión de contenidos: imágenes que muestran el modus operandi de los infractores, el efecto disuasorio de las cámaras o la importancia del registro en los procesos judiciales.
2. Derecho a la privacidad
Toda persona que accede a un lugar donde existen sistemas de videovigilancia tiene el derecho de saber que está siendo videograbada, y el uso que se le dará a esta información. Así lo establece la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (LFPDPPP) del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que exige el uso de un aviso de privacidad para los responsables de sistemas de videovigilancia.
¿Bajo cuáles circunstancias se justifica
la videovigilancia urbana?
3. El caso James Bulger
Uno de los casos más polémicos que subyace en el tema de la videovigilancia urbana es el de James Bulger, un niño británico de dos años que fue secuestrado, torturado y asesinado en 1993 por dos chicos de diez años, Robert Thompson y Jon Venables. La pregunta que surgió a partir del hecho sigue vigente: ¿La ciudadanía debe protegerse a sí misma mediante videocámaras? El documental Detainment(2018), de Vincent Lambe, intenta aportar respuestas válidas.
4. Datos a considerar
La videovigilancia es un tema de interés público en el cual existen partidarios, detractores y posturas críticas. Su incremento en el país ha repuntado desde 2015, cuando las entidades públicas ajustaron presupuestos para adquirir equipos actualizados. Lamentablemente, todavía no existen evaluaciones consistentes sobre su efectividad. Las voces críticas señalan los efectos negativos que la videovigilancia tiene sobre la privacidad y el ejercicio ciudadano.
5. El futuro
Ciudades como Nueva York, París y Londres empiezan a ocupar los primeros lugares como smart cities. Es decir, ciudades que recurren a la tecnología para ser más sostenibles. Existe una correlación entre el aumento demográfico y la videovigilancia, ya que esta permitiría disuadir el delito, evitar accidentes automovilísticos y optimizar el uso de la energía. El tema de la privacidad sigue siendo relevante. Esperemos a que sea solucionado inteligentemente.
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